Congregación de San Basilio
Basilianos Colombia
Enséñanos Señor Bondad, Disciplina y Ciencia
¡Pregúntale a un Basiliano!
¿Los Basilianos son sacerdotes?
Primero que todos somos hermanos, somos religiosos consagrados. Vivimos nuestro sacerdocio como un servicio a la Iglesia, por lo cual nos esmeramos por servir a la luz del evangelio y como lo propone nuestro lema desde la Bondad, la Disciplina y la Ciencia. Todos los Basilianos debemos ser sacerdotes, sin olvidar nuestra condición como religiosos consagrados.
¿Siendo Basiliano debo olvidarme de mi familia?
Cuando alguien decide optar por nuestra Congregación y ser Basiliano, abrazamos también todoa su historia familair y con ello a su familia, para así poder acompañar de una manera más cercana y veraz al candidato. Al hacernos religiosos ingresamos a una nueva familia pero no dejamos a un lado la nuestra, por el contrario guardamos como tesoros y con cuidado nuestra historia familiar, como alimento de nuestras vocaciones.
¿Qué caracteriza a un Basiliano?
Los Basilianos nos caracterizamos por nuestro espíritu de vida fraterna y comunitaria, no solo con nuestros hermanos de comunidad, sino que con toda las personas que acompañamos; la alegría hace parte de nuestra vida y evangelización, al igual que la acogida. Nuestra vida se encuentra resumida en nuestro lema, el cual llevamos a la práctica en cualquier espacio en que nos encontremos.
¿Cómo puedo ser un buen Basiliano?
Para ser un buen Basiliano es necesario una íntima realción con Jesús en la oración comunitaria, personal y Eucarística, además de un espíritu de vida fraterna y sencilla.
¿Los Basilianos se la pasan todo el tiempo orando y en sus capillas?
Si bien la oración y la meditación hace parte fundamental de nuestra vida como Basilinaos, tenemos un ritmo de vida muy variado puesto que nos podemos encontrar en la Universidad estudiando, en los colegios enseñando o en nuestras parroquias acompañando a los diferentes grupos; nuestra vida se puede resumir en una vida activa y contemplativa, pues sin la fuerza de la oración y la presencia de Jesús en la Eucaristía nuestro trabajo y ritmo de vida no tendría sentido.